Toma del Frigorífico Lisandro de la Torre y represión del 17 de Enero de 1959.
La toma del Frigorífico Lisandro de la Torre se inscribe en lo que se ha denominado primera Resistencia Peronista, que comenzó luego del golpe de Septiembre de 1955, extendiéndose hasta finales de esa década para transformarse luego en acciones guerrilleras rurales al principio y urbanas luego. La primera Resistencia Peronista consistió en acciones defensivas de la clase trabajadora peronista ante la represión. La lucha fue llevada a cabo desde las bases, ya que la dirigencia habia sido detenida y muchos de sus representantes, cesanteados y perseguidos. La Resistencia Peronista tuvo como acciones concretas la huelga, el sabotaje fabril y las acciones de caracter masivo; desde la pintada de paredes ("ni yanquis ni marxistas, peronistas") hasta el corte de los asientos en los ferrocarriles y ómnibus y la colocación de algunas tuberas (bombas caseras) en casas de dirigentes "gorilas" de izquierda y derecha.
A fines de 1958, el gobierno de Frondizi se olvido de las promesas y del pacto con Perón, y prosiguió con su desarrollismo en base a la industrialización del pais entregada a capitales extranjeros. La crisis de nuestro país se profundizaba al compás de las privatizaciones, el progresivo desmantelamiento del estado y del famoso Plan de Estabilización que le había prometido al Fondo Monetario Internacional.
Paralelamente, el 7 de diciembre de 1958, los trabajadores del Lisandro de la Torre eligieron una nueva comisión directiva sindical, mayoritariamente peronista, encabezada por Sebastián Borro, un joven dirigente forjado en los duros albores de la resistencia. Cuando el 10 de Enero de 1959, se conoció el envío por parte del Poder Ejecutivo al Congreso, de un proyecto de Ley de Carnes, que incluía la privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre, el sindicato resolvió resistir la entrega. Ante la aprobación de la ley, se organizó la toma del frigorífico.
El 17 de Enero vino la represión por parte de fuerzas del Ejército y la policía. Además de la tropa se trajeron cuatro tanques del Ejército. Estos fueron utilizados para derribar el portón de entrada; detrás del tanque ingresaron las fuerzas policiales. Se había juntado una fuerza represiva que los medios describieron como impresionante. Luego de tres horas de resistencia y algunos heridos, el gobierno retomó el control del frigorífico. Durante la segunda mitad de enero de 1959 la ocupación del frigorífico Lisandro de la Torre y su posterior desalojo por fuerzas militares y policiales desencadenaron el estallido insurreccional del barrio de Mataderos y el principio de una huelga general nacional que puso en jaque la fragilidad institucional del gobierno de Arturo Frondizi.
El sindicato del Lisandro de la Torre nunca levantó la huelga; luego de varios meses y con Borro capturado, fueron cesanteados cinco mil obreros. El frigorífico fue vendido a la CAP. Una investigación realizada en 1974 por una comisión de la Cámara de Diputados descubrió que la CAP había pagado sobreprecios a sus asociados durante años y que los quebrantos, que eran enjugados con fondos públicos, habían constituido una virtual estafa.
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domingo, 16 de enero de 2011
sábado, 15 de enero de 2011
PRIMERA EXPOSICION INDUSTRIAL EN BUENOS AIRES 15 ENERO 1877
El 15 de enero de 1877 y durante 35 días, permanece abierta la Exposición Industrial Argentina y su más flamante a aporte lo constituye el papel. Días antes, en la fábrica La Primitiva, instalada en la ciudad y única en el país, se concreta el primer pliego de papel argentino. En 1875, el grupo muy limitado de emprendedores industriales formaron el "Club Industrial".Las primeras industrias/talleres.
El mismo buscó promocionar la industria nacional; buscaba la creación de una mayor conciencia proteccionista para los productos de una industria apenas en pañales. El Club Industrial se destacó también por sus actividades para difundir los productos manufacturados en el país. En enero de 1877 organiza la Exposición Industrial Argentina que “ocupó holgadamente unas cuantas aulas del Colegio Nacional donde se realizó”. Pese a que aún no había mucho que exhibir, la exposición fue un éxito porque conmovió a la opinión pública, acostumbrada a subestimar la potencialidad de las industrias nacionales”. Y el propio Departamento de Agricultura, en su boletín, se refiere a la muestra destacando: “Los industriales de Buenos Aires sabían que la industria nacional se desarrollaba cada día mas, pero con lentitud por falta de proteccionismo y querían a todo trance merecerlo de las autoridades. Necesitaban, pues, un hecho en que apoyar sus aspiraciones tan legitimas”. Pero no se pudo...; luego llegaron la "campaña al desierto", la presidencia de Roca y Juarez Celman, la tan mentada "generación del ochenta", el fracaso de Carlos Pellegrini y sus iniciativas de proteccionismo industrial, y el viva la pepa del primer centenario. La neutralidad en la I Guerra Mundial dio un respiro a los industriales, pero la falta de consolidacion, la Semana Tragica y los alegres 20' terminaron por evaporar los intentos de superar la agro-dependencia. CARLOS PELLEGRINI
Para colmo, un hijo de Roca terminaria en el 33 por sellar la suerte con aquel célebre "Tratado Roca-Runciman". Así, aquel 15 de Enero de 1877 nos queda como un nostálgio "que hubiera sido del país" si nos hubieramos industrializado al mismo tiempo que Canadá y otras naciones que de ser agro-dependientes, se tornaron verdaderas potencias industriales con alto nivel tecnológico.
El mismo buscó promocionar la industria nacional; buscaba la creación de una mayor conciencia proteccionista para los productos de una industria apenas en pañales. El Club Industrial se destacó también por sus actividades para difundir los productos manufacturados en el país. En enero de 1877 organiza la Exposición Industrial Argentina que “ocupó holgadamente unas cuantas aulas del Colegio Nacional donde se realizó”. Pese a que aún no había mucho que exhibir, la exposición fue un éxito porque conmovió a la opinión pública, acostumbrada a subestimar la potencialidad de las industrias nacionales”. Y el propio Departamento de Agricultura, en su boletín, se refiere a la muestra destacando: “Los industriales de Buenos Aires sabían que la industria nacional se desarrollaba cada día mas, pero con lentitud por falta de proteccionismo y querían a todo trance merecerlo de las autoridades. Necesitaban, pues, un hecho en que apoyar sus aspiraciones tan legitimas”. Pero no se pudo...; luego llegaron la "campaña al desierto", la presidencia de Roca y Juarez Celman, la tan mentada "generación del ochenta", el fracaso de Carlos Pellegrini y sus iniciativas de proteccionismo industrial, y el viva la pepa del primer centenario. La neutralidad en la I Guerra Mundial dio un respiro a los industriales, pero la falta de consolidacion, la Semana Tragica y los alegres 20' terminaron por evaporar los intentos de superar la agro-dependencia. CARLOS PELLEGRINI
Para colmo, un hijo de Roca terminaria en el 33 por sellar la suerte con aquel célebre "Tratado Roca-Runciman". Así, aquel 15 de Enero de 1877 nos queda como un nostálgio "que hubiera sido del país" si nos hubieramos industrializado al mismo tiempo que Canadá y otras naciones que de ser agro-dependientes, se tornaron verdaderas potencias industriales con alto nivel tecnológico.
viernes, 7 de enero de 2011
7 DE ENERO DE 1919: COMIENZA LA SEMANA TRAGICA
El 7 de Enero de 1919 podria darse como la fecha en que comienzan los tragicos sucesos llamados SEMANA TRAGICA.
Para esa época estaba viva entre los obreros la llama de la revolución social; corrientes de pensamiento revolucionario socialista y anarquista habían llegado a las costas del Río de la Plata de la mano de la abundante inmigración europea. Las recientes experiencias de la Revolución mexicana y la Revolución Rusa eran además vistas como un estímulo por los obreros y como una amenaza por las clases dominantes. Simultáneamente, se daba en Buenos Aires un incipiente proceso de industrialización en forma paralela al modelo agroexportador imperante, lo que permitió la formación de un proletariado urbano.
Los sucesos comenzaron aquel 7 de enero, cuando piquetes de obreros en huelga quisieron impedir la entrada de camiones con material a los Talleres Metalúrgicos Vasena en la Ciudad de Buenos Aires, que se encontraban donde hoy se encuentra la Plaza Martín Fierro (Barrio San Cristóbal). La huelga en estos talleres habia comenzado el 2 de Diciembre de 1918; los huelguistas reclamaban la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 h, mejores condiciones de salubridad, la vigencia del descanso dominical, el aumento de salarios y la reposición de los delegados despedidos. La empresa intentaba seguir funcionando con obreros rompehuelgas, crumiros (carneros) provistos por la Asociación Nacional del Trabajo, una asociación patronal. El enfrentamiento entre los piquetes y los custodios de los camiones terminó con la intervención de la policía, que disparó con armas largas contra la multitud. Los disturbios no tardaron en extenderse a las zonas cercanas, con rotura de vidrios y levantamiento de adoquines de las calles. El saldo fue de cuatro obreros muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron después.
En repudio a este hecho las asociaciones obreras del momento, propiciaron una huelga general que se dio a partir del día 9 de ese mes. Desde las 15:00, numerosos obreros se convocaron para asistir al entierro de los asesinados el día 7. A las 17:00, llegaron al Cementerio de la Chacarita de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, mientras se oía el discurso de uno de los delegados, un grupo de policías y bomberos armados abrió fuego sobre la concurrencia. El diario La Prensa contabilizó 8 muertos, el diario socialista La Vanguardia elevó la suma a más de cincuenta. Este incidente marcó el inicio de una lucha desordenada y caótica contra la policía.
A la violenta represión de la policía y bomberos, se sumó la violenta actuación de grupos paramilitares. Estos grupos estaban organizados bajo el nombre de Liga Patriótica Argentina. Esta se habia creado para defender los valores conservadores, la tradición y fundamentalmente la propiedad. Estos grupos no dudaron en perseguir y matar a dirigentes obreros, anarquistas, pero también arremetieron contra todo aquel que pareciera extranjero. A pesar de la violencia irreprimida, los disturbios no podian ser controlados; el diario La Prensa mencionaba la amenaza de "guerra revolucionaria". Ante esta situación el presidente Hipólito Yrigoyen puso la ciudad bajo las órdenes militares del coronel Luis Dellepiane, quien movilizó tropas por toda la ciudad, dando lugar a semanas de enfrentamientos en las calles que dejaron un saldo de numerosos muertos y heridos. Posteriormente la situación fue medianamente controlada y la huelga y la violencia terminó cuando las presiones del Yrigoyenismo lograron que se aceptaran los reclamos de los obreros y quedaran en libertad los detenidos durante los disturbios.
Para esa época estaba viva entre los obreros la llama de la revolución social; corrientes de pensamiento revolucionario socialista y anarquista habían llegado a las costas del Río de la Plata de la mano de la abundante inmigración europea. Las recientes experiencias de la Revolución mexicana y la Revolución Rusa eran además vistas como un estímulo por los obreros y como una amenaza por las clases dominantes. Simultáneamente, se daba en Buenos Aires un incipiente proceso de industrialización en forma paralela al modelo agroexportador imperante, lo que permitió la formación de un proletariado urbano.
Los sucesos comenzaron aquel 7 de enero, cuando piquetes de obreros en huelga quisieron impedir la entrada de camiones con material a los Talleres Metalúrgicos Vasena en la Ciudad de Buenos Aires, que se encontraban donde hoy se encuentra la Plaza Martín Fierro (Barrio San Cristóbal). La huelga en estos talleres habia comenzado el 2 de Diciembre de 1918; los huelguistas reclamaban la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 h, mejores condiciones de salubridad, la vigencia del descanso dominical, el aumento de salarios y la reposición de los delegados despedidos. La empresa intentaba seguir funcionando con obreros rompehuelgas, crumiros (carneros) provistos por la Asociación Nacional del Trabajo, una asociación patronal. El enfrentamiento entre los piquetes y los custodios de los camiones terminó con la intervención de la policía, que disparó con armas largas contra la multitud. Los disturbios no tardaron en extenderse a las zonas cercanas, con rotura de vidrios y levantamiento de adoquines de las calles. El saldo fue de cuatro obreros muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron después.
En repudio a este hecho las asociaciones obreras del momento, propiciaron una huelga general que se dio a partir del día 9 de ese mes. Desde las 15:00, numerosos obreros se convocaron para asistir al entierro de los asesinados el día 7. A las 17:00, llegaron al Cementerio de la Chacarita de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, mientras se oía el discurso de uno de los delegados, un grupo de policías y bomberos armados abrió fuego sobre la concurrencia. El diario La Prensa contabilizó 8 muertos, el diario socialista La Vanguardia elevó la suma a más de cincuenta. Este incidente marcó el inicio de una lucha desordenada y caótica contra la policía.
A la violenta represión de la policía y bomberos, se sumó la violenta actuación de grupos paramilitares. Estos grupos estaban organizados bajo el nombre de Liga Patriótica Argentina. Esta se habia creado para defender los valores conservadores, la tradición y fundamentalmente la propiedad. Estos grupos no dudaron en perseguir y matar a dirigentes obreros, anarquistas, pero también arremetieron contra todo aquel que pareciera extranjero. A pesar de la violencia irreprimida, los disturbios no podian ser controlados; el diario La Prensa mencionaba la amenaza de "guerra revolucionaria". Ante esta situación el presidente Hipólito Yrigoyen puso la ciudad bajo las órdenes militares del coronel Luis Dellepiane, quien movilizó tropas por toda la ciudad, dando lugar a semanas de enfrentamientos en las calles que dejaron un saldo de numerosos muertos y heridos. Posteriormente la situación fue medianamente controlada y la huelga y la violencia terminó cuando las presiones del Yrigoyenismo lograron que se aceptaran los reclamos de los obreros y quedaran en libertad los detenidos durante los disturbios.
miércoles, 5 de enero de 2011
5 ENERO DE 1939, MUERE LISANDRO DE LA TORRE
Lisandro de la Torre fue miembro fundador del Partido Radical (1891) y luego del partido provincial Liga del Sur (1908) y del Partido Democrata Progresista (1914). Tuvo numerosos cargos políticos electivos y participó activamente en el intento de golpe de estado de 1893.
Ya en 1932 fue electo Senador Nacional. Su mas destacada actuación la tuvo al iniciar en 1934 una investigación sobre el comercio de la carne. Debe recordarse de que en 1933, el gobierno del General Agustin P. Justo, surgido de elecciones fraudulentas en que la dictadura del General Uriburu había proscripto al Partido Radical, firmo el llamado Pacto Roca-Runciman (Roca, el hijo del General Julio A. Roca era Vicepresidente de la Nacion) que ampliaba la cuota de exportación de carne vacuna a Inglaterra y sus colonias, pero establecía que el 85% del total de las exportaciones debía realizarse por medio de frigoríficos extranjeros. Adicionalmente, se suscribieron cláusulas secretas que garantizaban el monopolio de los medios de transporte en manos de empresas inglesas y creaban el Banco Central de la República Argentina con preeminencia de capitales ingleses.
Los resultados de la mencionada investigación el Senador Lisandro de la Torre la hizo pública en el Senado de la Nación en julio de 1935; allí de la Torre acusó al frigorífico Anglo de evasión impositiva y señaló la existencia de un entramado de corrupción que involucraba al gobierno fraudulento del General Agustín P. Justo, y en particular, al Ministro de Hacienda, Federico Pinedo y al Ministro de Agricultura, Luis Duhau. El 23 de julio de 1935, Duhau que junto a Pinedo habian asistido a numerosas reuniones en las que se discutía la acusación de corrupción, agredió físicamente a de la Torre en el recinto del Senado, arrojándolo al piso, y escapando inmediatamente después. En medio del tumulto provocado, un conocido matón de comité, provocador callejero y policía corrupto, realizó una serie de disparos con una pistola, en dirección a de la Torre, que impactaron de lleno en el cuerpo de su discípulo y senador electo Enzo Bordabehere, quien estaba intentando proteger a Lisandro de sus atacantes. Bordabehere falleció a causa de los disparos recibidos.
Por su desempeño en este debate Lisandro de la Torre ha sido llamado el Fiscal de la Patria; pero deberia agregarse tambien, de la industria nacional, ya que a su defensa iba dirigida su investigación.
Afectado por este asesinato y la cruel persecucion que desataron los medios y el poder económico de la época, renunció a su banca en 1937 y terminó su vida suicidándose el 5 de Enero de 1939. Eran otras épocas en que todavía eran una minoría absoluta quienes hablaban de industria nacional.
"…desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento, me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo".
Carta de despedida de Lisandro de la Torre
Ya en 1932 fue electo Senador Nacional. Su mas destacada actuación la tuvo al iniciar en 1934 una investigación sobre el comercio de la carne. Debe recordarse de que en 1933, el gobierno del General Agustin P. Justo, surgido de elecciones fraudulentas en que la dictadura del General Uriburu había proscripto al Partido Radical, firmo el llamado Pacto Roca-Runciman (Roca, el hijo del General Julio A. Roca era Vicepresidente de la Nacion) que ampliaba la cuota de exportación de carne vacuna a Inglaterra y sus colonias, pero establecía que el 85% del total de las exportaciones debía realizarse por medio de frigoríficos extranjeros. Adicionalmente, se suscribieron cláusulas secretas que garantizaban el monopolio de los medios de transporte en manos de empresas inglesas y creaban el Banco Central de la República Argentina con preeminencia de capitales ingleses.
Los resultados de la mencionada investigación el Senador Lisandro de la Torre la hizo pública en el Senado de la Nación en julio de 1935; allí de la Torre acusó al frigorífico Anglo de evasión impositiva y señaló la existencia de un entramado de corrupción que involucraba al gobierno fraudulento del General Agustín P. Justo, y en particular, al Ministro de Hacienda, Federico Pinedo y al Ministro de Agricultura, Luis Duhau. El 23 de julio de 1935, Duhau que junto a Pinedo habian asistido a numerosas reuniones en las que se discutía la acusación de corrupción, agredió físicamente a de la Torre en el recinto del Senado, arrojándolo al piso, y escapando inmediatamente después. En medio del tumulto provocado, un conocido matón de comité, provocador callejero y policía corrupto, realizó una serie de disparos con una pistola, en dirección a de la Torre, que impactaron de lleno en el cuerpo de su discípulo y senador electo Enzo Bordabehere, quien estaba intentando proteger a Lisandro de sus atacantes. Bordabehere falleció a causa de los disparos recibidos.
Por su desempeño en este debate Lisandro de la Torre ha sido llamado el Fiscal de la Patria; pero deberia agregarse tambien, de la industria nacional, ya que a su defensa iba dirigida su investigación.
Afectado por este asesinato y la cruel persecucion que desataron los medios y el poder económico de la época, renunció a su banca en 1937 y terminó su vida suicidándose el 5 de Enero de 1939. Eran otras épocas en que todavía eran una minoría absoluta quienes hablaban de industria nacional.
"…desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento, me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo".
Carta de despedida de Lisandro de la Torre
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